La de Adolfo Patrón Luján, una historia que pega

12 de febrero de 2014

La de Adolfo Patrón Luján, una historia que pega

La plenitud ya pasó hace rato, menciona Adolfo Patrón Luján al sorber un trago de café, él es el primer recipiendario de la medalla Silvio Zavala Vallado otorgada por el cabildo del Ayuntamiento de Mérida. Un día Adolfo y su hermano Roger, ambicionaron que Resistol creciera como una empresa de Estados Unidos.

 

Firma de raíces “yucas“, no sólo por la materia prima, que fue el almidón de yuca, sino por haber sido emprendida por su padre, Rodolfo Patrón Tenorio, un yucateco.

 

Patrón Luján señaló que su padre inició la empresa con asesoría para la compra de maquinaria con la que pudo transformar la yuca en un tipo de goma que resistiera todo, en inglés “resist all“, con lo que Adhesivos Resistol se instituyó como una empresa, que al poco tiempo de instaurarse en la capital del país, fue dejada de lado por su padre al conseguir un “buen puesto“.

 

Posteriormente fue el laboratorio de práctica para el estudiante de química, Adolfo, quien al quedarse a cargo de la firma, la echó a andar con tres personas y un laboratorio; se convirtió en una empresa líder del mercado de adhesivos, y el secreto para que creciera de manera importante, fue institucionalizarla para preservarla al cotizar en la Bolsa de Valores.

 

Tras cuarenta años de ostentar el cargo de Director General y haber inventado una variedad de productos y extendido a 20 plantas industriales, al cumplir 60 años, se jubiló y la dejó con cinco mil trabajadores, por lo que se dijo satisfecho de su labor. 

 

Durante su vida laboral, dijo que le fue difícil encontrar tiempo para su familia, el arte, pero le dejó “toda la experiencia“.

Adolfo Patrón Luján ha recibido diferentes premios a lo largo de su vida, los cuales tienen un lugar especial e iluminación en su estudio, pero el que más valora es le Premio Nacional de Química, Andrés Manuel del Río, entregado por la Sociedad de Química en 1976.

La plenitud ya pasó hace rato, menciona Adolfo Patrón Luján al sorber un trago de café, él es el primer recipiendario de la medalla Silvio Zavala Vallado otorgada por el cabildo del Ayuntamiento de Mérida. Un día Adolfo y su hermano Roger, ambicionaron que Resistol creciera como una empresa de Estados Unidos.

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