Hay que formar una red de "Mujeres Bulldogs"

“A Yarely Cariño sindica de Pinotepa Nacional le quitaron todas sus mensualidades del cargo que ella ejercía por rechazar una invitación sexual o no le dan a Erika Molina los libros del Ayuntamiento ella es sindica también en Oaxaca, donde están los gastos del Ayuntamiento le piden que lo firme pero no le quieren dar las justificantes, claro la responsabilidad luego va a ser de ella.

A Elisa Zepeda que fue a reclamar los derechos de la tierra de las mujeres en su comunidad, le mataron al hermano, a un amigo policía que salió a defenderla, le quitaron el ojo a la madre, le incendiaron la casa, todo porque esta “vieja” vino a revolucionar el pueblo a las mujeres para reclamar sus derechos”.

Esto es violencia política en razón de género, a pesar de todo lo que ocurrió en 2014, Elisa es la presidenta municipal en su comunidad, según comentó la Dra. Flavia Freidenberg durante la conferencia magistral “¿Cómo luchar contra la Violencia Política hacia las Mujeres?: Estrategias para la Construcción de Democracias Paritarias que organizó el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPAC).

La investigadora de la Universidad Autónoma de México (UNAM) explicó que cuando las mujeres quieren hacer política se enfrentan a varios obstáculos culturales, político-institucionales, partidistas, socio-económicos, mediáticos y actitudinales, pareciera tan normal o natural que una mujer en México puede ser secuestrada, recibir golpes cuando quieren ejercer cargos mujeres indígenas, encuentran resistencias para impulsar su carrera en igualdad de condiciones con los hombres, exigirles que renuncien una vez electas para poner un hombre en su lugar, porque como marca la “estructura patriarcal” a las mujeres no se les permite el tiempo de estas cosas y si las obliga a tareas del cuidado de la casa y los hijos.

Es decir, las mujeres se enfrentan a estereotipos de género que les restan credibilidad y autoridad para ejercer cargos de responsabilidad, cuestionamiento y dudas sobre su capacidad o gestiones realizadas por ser mujeres, la minimización y descalificación de su opinión, aportes, iniciativas y propuestas, también se topan con la obstaculización del ejercicio político a través de la limitación de los recursos o incluso violencia física, simbólica y acoso político.

“A partir de eso sabemos algunas cosas que hay diferentes tipos de violencias, la física es la que uno ve más claramente, la institucional es una sobre la que estamos trabajando, porque no solo hay violencia cuando eres candidata, sino hay violencia cuando ejerces el cargo. Es decir, que reproducen los estereotipos de género, de que tu tarea es una tarea en el ámbito de lo privado, cuando pareciera ser que el ámbito público debería ser solo para los hombres y esto no es así, esto es un estereotipo”.

La investigadora comentó que al identificar estas prácticas, propone que es necesario visibilizar la violencia, dando el reconocimiento de la violación de derechos fundamentales de las mujeres, fortalecer las coaliciones institucionales y no institucionales “amigables” al género, construyendo una red de confianza de mujeres que trabajen cooperativamente como “bulldogs” en identificar problemas, barreras, establecer acciones y apoyarse mutuamente.

Asimismo, es necesario contar con jueces que juzguen con perspectiva de género, una iniciativa que México viene desarrollando desde hace muchos años, para identificar los agravantes respecto al delito al ser en contra de una mujer, buenas leyes pero también que se cumplan.

AUDIO FLAVIA2Y además necesitamos hacer una transformación significativa de los partidos políticos en México, hay que democratizar a los partidos políticos, hay que hacerlos transparentes e incluyentes. En un estudio hicimos, yo cree un índice para medir el nivel de igualdad entre hombres y mujeres en los partidos políticos y resulta que de igualdad no entienden nada. Les exigimos que pongan mujeres candidatas, pero no les hemos exigido que adentro de los partidos ellos sean paritarios.

Flavia Freinderbeg indicó que también es necesaria la revisión y observación de la manera en que las instituciones responden a la necesidad de proteger los derechos políticos de las mujeres para prevenir, tratar y sancionar el acoso y la violencia política. Además de sancionar de una manera clara los delitos electorales en contra de las mujeres.

Entre otras estrategias, la investigadora comenta que es necesaria la capacitación para militantes y dirigentes de los partidos tanto hombres como mujeres, para identificar las distintas formas de violencia política y sobre qué hacer en caso de experimentar un acto violento, entre otras cosas más.