Expuestos ante la muerte
06 de noviembre de 2012
Cubre bocas, guantes y mandil es la única protección que utilizan los agentes funerarios que asean y preparan los cuerpos de los fallecidos trágicamente para sus funerales.
José Ignacio Pérez, agente funerario en el Cementerio Xoclán, señaló que en algunas ocasiones utilizan mascarilla, pero sólo en los casos que el cuerpo ya está en proceso de descomposición.
El trabajo que cotidianamente realiza consiste en dejar presentables para el ataúd, los cadáveres de aquellos que luego de la necropsia de rigor quedan machados de sangre o en un estado poco agradable.
Ignacio Pérez detalló que su labor es atender los cuerpos de quienes fueron asesinados, se han quitado la vida o fallecieron en un accidente.
“Nosotros los bañamos, vemos partes que están muy mal, tratar que quede bien, maquillarlos vestirlos, trasladarlos a otro lado. Muchas veces traje completo ese es nuestro trabajo. A veces hay personas que los han encontrado de días están descompuestos, tenemos que agarrarlos” señaló.
El agente funerario indicó que se han dado casos de compañeros que se han infectado de alguna enfermedad, debido al estado en que se encuentran los cadáveres o a que fallecieron por algún padecimiento contagioso.
Esto debido a que como medida de seguridad ante estos casos sólo disponen de las vacunas que proporciona el Instituto Mexicano del Seguro Social periódicamente, tal y como sucede con médicos y enfermeras en los nosocomios.
“Para cuestiones de infecciones y todas esas cosas pues, estamos a la bendiciones de dios, lo único que tenemos es el seguro social haber que nos de vacunas o algo, pero en eso nada más” comentó.
Agentes funerarios que trabajan con cadáveres utilizando sólo cubrebocas, guantes y mandil