"Enroque electoral..."
15 de mayo de 2021
En el mundo de los dimes y diretes, Nuevo León es, hoy por hoy, el bocadillo. Los candidatos de la Alianza PRD-PRI y de Movimiento Ciudadano han sido sentados en el banquillo de los acusados por el presidente Andrés Manuel López Obrador. La discusión hasta el momento se centra en si los acusados son culpables de delitos electorales o si don Manuel es el que debe ser sancionado por infringir la ley.
Resulta que los funcionarios, así como muchos actores de la vida pública, tienen prohibido por Ley meterse en los procesos electorales. En principio, la Ley dice que sí se puede y que no, y en los casos de duda, que suelen ser muchos, pues los problemas se dirimen en el tribunal.
El miércoles escuché en el programa Frente y Vuelta producido por Cadena Rasa y el Financiero, que el apellido Colosio suena ya en Nuevo León para sustituir a Samuel García en caso de que las acusaciones contra él lo bajen como candidato de Movimiento Ciudadano a la gubernatura de ese Estado. Sin embargo, en este mundo de intrigas, ayer una amistad priísta me compartió su hipótesis.
Según esta persona, el presidente Andrés Manuel y Dante Delgado, quien funge, algo así, como dueño del partido naranja, llegaron a un acuerdo para bajar a los candidatos de Alejandro Moreno, presidente del PRI, para dejarles el camino libre a los candidatos naranja. Entonces, a quienes van a bajar son: Adrián de la Garza en Nuevo León y a Christian Castro Bello en Campeche.
De ser así, quedarían con la puerta abierta, no los candidatos de Morena, sino los candidatos de Movimiento Ciudadano, Samuel García, siempre por Nuevo León y Eliseo Fernández Montúfar por nuestro vecino estado de Campeche.
Solo el tiempo nos permitirá saber si este escenario es una fantasía o si Dante juega dos caras, una ante sus seguidores y otra en lo oscurito, hacia sus intereses.
Por cierto, la esposa de Eliseo Fernández es prima de la esposa de nuestro gobernador Mauricio Vila Dosal, así que si gana, ya les podremos decir primos a nuestros vecinos… pero eso es otra historia.
escrito por:
Bernardo Laris
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Opinión de Bernardo Laris