¿En manos de quién está la “Nueva Historia” de México?..

Muchos (si no es que todos) de  los que escuchamos la noticia nos pusimos contentos: el "Gober precioso" está a un paso de pagar con cárcel sus atroces acciones - después de casi 15 años-  ya que un Juez ha dictado formal prisión contra el ex gobernador de Puebla, Mario Marín, acusado de ordenar la detención ilegal y tortura de Lydia Cacho en el 2005.

Esto por un lado, ya que no hay que olvidar que la periodista agraviada fue víctima de estas acciones por denunciar una red de pedofilia y explotación infantil en la que estaban involucrados empresarios de gran peso en México y también políticos, entre ellos el “villano de la película”: Mario Marín.

Este tipo de nota nos trae esperanza o confianza, y se celebra ver como un “Marín”, un “Ancira”, un “García Luna”, están respondiendo –cada quien en su proceso- los posibles delitos que se les imputan; y viene una palabra que incomoda… pero… en realidad, ¿serán estos los últimos eslabones de una gran cadena de corruptos?, o ¿serán como la historia nos ha enseñado, chivos expiatorios que reciben dádivas de los jefes en turno?

Es muy reconfortante ver como lo malos pagan por sus fechorías porque así nos ha enseñado la televisión mexicana,  al final, el bien gana sobre el mal, pero en esos guiones a veces nos ponen como buenos a los mismos villanos, porque si la regla se cumpliera no habría un Salgado Macedonio en las próximas boletas  electorales con intención de gobernar un Estado,  cuando a este  le siguen procesos judiciales por ataques contra mujeres.

¿En manos de qué historiador en turno está México?, ¿qué rol juega cada quién?, somos un país ya muy maduro –creó- para seguir pensando  que Juan Escutia si se aventó con la bandera para salvarla del enemigo invasor, y no preguntarnos… ¿y si el invasor verdadero no está jugando en cancha local?