El Espejo Roto...

La verdad es una palabra que nos alinea, porque ante la verdad ¿qué se puede?

Sin embargo desde que apareció el “todo es relativo” la verdad ha sufrido las de Caín. Porque cuando se cuestiona la verdad, se cuestiona al poder, que en principio es el que suele poseer la verdad, o al menos la fuerza para castigar al que cuestione su verdad. En este ámbito, también se encuentran las iglesias que, en muchas ocasiones, intimidan a sus feligreses para que crean en su verdad amenazándolos con el castigo divino.

Pero ¿y qué con la verdad que se distribuye a través de los medios de comunicación? Ya lo decía Libertad, la amiga de Mafalda, personajes creados por Quino: “¡Los diarios! ¡Los diarios inventan la mitad de lo que dicen! ¡Y si a eso sumamos que los diarios no dicen la mitad de lo que pasa, resulta que los diarios no existen!”

Entre los restos del espejo roto, se refleja que la frase pronunciada por Libertad hace medio siglo sigue vigente en general para los medios de comunicación ¿Será acaso que por ello los medios han perdido tanta credibilidad? Pero de manera sorprendente, la credibilidad perdida por los medios, la han ganado los charlatanes.

En un rincón se ve el reflejo de Facebook y su nueva herramienta contra información engañosa. Cuando alguna publicación es reportada como información falsa entonces se verifica por una red de medios aliados. Si el veredicto es falso, los usuarios verán una alerta roja. 

Algunos restos del espejo reflejan la queja de usuarios de Face porque consideran que Snopes, uno de los aliados que verifica la información, es de “extrema izquierda” Y yo me pregunto ¿Snopes de extrema izquierda? Tengo la impresión que quienes lo dicen son los mismos que votaron por Trump.

En esta época, la de las redes sociales, una opción para que los medios de comunicación ganen credibilidad, sería imitar a Snopes; es decir, que abran espacios para informar a sus audiencias con respecto de si un rumor o leyenda urbana es "cierto", "falso", "dudoso" o "imposibles de verificar". Claro que es factible que el medio de comunicación se mareé con su propio poder e intente erigirse en el poseedor de la verdad. Para que la propuesta funcione, se requiere que el medio compare la información con fuentes verificables y comparta honestamente lo encontrado en su investigación.

Suena sencillo, pero la frase de la amiga de Mafalda aún cala. Por ello, es recomendable cuestionar la información que nos llega e investigar un poco más… ¡rutina inevitable en el proceso de creación de nuestra propia verdad!

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