El espejo roto
31 de enero de 2017
Difícil no hablar de Trump en estos días. Cuando quien lideraba al mundo libre pasa a identificarse con el fascismo al tiempo que la China comunista se manifiesta interesada por entrar al rescate del libre comercio y liderar el nuevo orden mundial, la cosa se pone interesante.
En 1995, Carl Sagan advirtió que ante el regreso de los prejuicios étnicos y nacionales o cuando el fanatismo empieza a hervir a nuestro alrededor entonces los hábitos de pensamientos de épocas antiguas toman el control y la oscuridad aumenta y los demonios se agitan. No cuesta trabajo pensar que ante el espejo, la inquietud brilla.
Los fragmentos del espejo reflejan imágenes de inquietos:
Inquietos los bolsillos de quienes tienen mucho y no saben dónde guardar o esconder sus dineros.
Inquietos los corazones de quienes tienen poco y desean llevar pan a sus hijos.
Inquietas las mentes de los políticos que saben que no tienen margen de acción y se ven limitadas sus aspiraciones para las elecciones próximas.
Inquietos los análisis de los profesionales del acontecer social que temen la llegada de más y peores charlatanes, personas carismáticas que capturan fácilmente seguidores.
Inquietos los creyentes en los métodos de la ciencia, por la falta de atención, dedicación y valentía.
Así, en medio de tanta inquietud, bien vale la pena recurrir una vez más a los consejos del Dr. Sagan, quien nos recomendó acercarnos a la ciencia para buscar la solución de los problemas realmente graves. De no hacerlo, nos advierte del “riesgo de convertirnos en una nación de ingenuos, un mundo de niños a disposición del primer charlatán que nos pase por delante”.
Al alejarnos de los fragmentos del espejo roto, en nuestras mentes retumban las palabras del estadounidense que, hace años, advirtió a sus compatriotas del peligro que podría representar la llegada al poder de personas como Donald Trump.
Nota escrita por
Agencias
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Sagan vs. Trump