El espejo roto...
10 de enero de 2017
Los virreyes se "mamaron" en gasolina.
Negar que la molestia por el famoso gasolinazo es generalizada, sería una farsa. Pero ¿qué hicimos mal? Al mirar en el espejo veo reflejado un recuerdo proveniente de la primera década del milenio. Durante aquellos años, el petróleo era caro y los gobernadores exigieron se repartiera el dinero obtenido por los excedentes de su venta. Mucho se habló de construir una refinería, pero esta no llegó. Lo que si se observó fue una década en la que los gobernadores fueron verdaderos virreyes.
En el reflejo de los fragmentos correspondientes a Veracruz, Quintana Roo, Tabasco, Sonora o Chihuahua vemos coronas abolladas y gobernadores huidos o presos, además de una situación deplorable de las finanzas de esos estados.
Sin embargo, al mirar los fragmentos de Yucatán percibimos un estado en crecimiento económico, con finanzas sanas, obras en proceso, inversiones de empresas y seguridad pública.
Tristemente la pobreza aún cala y Mérida sigue dividida en dos, el norte y el sur. Sin embargo, a muchos sorprendió el atasque en las plazas comerciales durante la temporada navideña. Sus estacionamientos estuvieron a reventar. El aumento en el parque vehicular inquieta, a grado tal que con el reemplacamiento se desea tener identificado a todo el que circule en Yucatán con el objeto de dificultar las cosas a los malosos.
El gasolinazo tiene molestos a todos, pero el anhelo por conservar las cosas que nos gustan de Yucatán invita a reflexionar sobre la mejor manera de manifestarlo. No vaya a ser que por no alcanzar a valorar lo que se tiene, se acabe rompiendo el espejo de la esperanza y entre sus fragmentos aparezca una realidad con la que no hayamos soñado.
Nota escrita por
Bernardo Laris
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"Andamos de cruda por el crudo"
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