"El día que la homofobia se disfrazó de patriotismo"

21 de julio de 2018

"El día que la homofobia se disfrazó de patriotismo"

Ha terminado el Mundial, uno de los eventos más grandes y más esperados, incluso por encima de los Juegos Olímpicos.

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Varias páginas y medios mostraron esa foto. Ese fue el momento en que la homofobia buscó un pretexto maravilloso para disfrazarse de patriotismo. Los comentarios fueron brutales, sumamente ofensivos, hirientes y una invitación para acabar con la homosexualidad.
Siempre he pensado que estamos experimentando una hipocresía en la aceptación de las personas. Es decir, dicen aceptar a las personas LGBT pero a la primera provocación vierten todos sus prejuicios y falsas generalizaciones. Haciendo un análisis muy general de los comentarios en redes sociales los argumentos eran dos:

¿Cómo quieren que respetemos a los homosexuales si ellos no se dan a respetar y además ofenden a nuestra sagrada bandera? Por eso luego los agredimos.

Todos los homosexuales hacen/piensan/creen/dicen lo mismo. Todos se portan igual por el hecho de ser homosexuales.

 

La gente dejó salir lo que en verdad piensa sobre la homosexualidad, lo que se callan pero que se mueren de ganas por decir, sólo hay que buscar un motivo. Pero va más allá, salió algo más grave, las ganas de agredir. Logré contar más de una veintena de personas, todos hombres, que afirmaban que, de tener de frente a quienes usaron esa bandera los golpearían y/o matarían.
Matar por una bandera. Aunque en realidad lo que buscan es una justificación para esa homofobia que asesina.
Me atreví a comentar en una página que, en realidad, yo no veía un inadecuado uso de los símbolos patrios porque el escudo está sobre un fondo blanco.
Los comentarios que recibí fueron desde mordaces hasta dos amenazas de muerte, por supuesto que no le doy importancia a ninguna de ellas. De igual manera dije que si se van a poner muy estrictos también tendrían que linchar en redes a los aficionados de la selección que modificaron la bandera, poniendo, por ejemplo, en lugar del escudo mexicano el escudo de Corea del Sur.

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Nuevamente los comentarios sin sentido se hicieron aparecer, afirmaban que esa no era la bandera de México, sino de Italia.
Muy raro que los mexicanos celebren con la bandera de Italia.
Esto nos deja ver algo más, se sigue midiendo con distinta vara.
Las mismas cosas que hace cualquier persona, si lo hace una persona homosexual se sobredimensionan y sirve para justificar la discriminación y la desigualdad. “Por eso no los aceptan” decían varios comentarios.

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Quiero ser muy claro, no estoy diciendo que modificar los símbolos patrios sea correcto, lo que estoy denunciando es la manera tan desigual de enjuiciar y condenar el mismo acto, según si quien lo hace es homosexual o heterosexual.
Pero me parece más preocupante que lo que haga una persona sea suficiente para descalificar todo un movimiento, toda una lucha y atribuirles a todas las personas LGBTTT el adjetivo de gente peligrosa para la patria y, por ello, exterminables.
Eso es grave en un contexto mexicano de extrema violencia, donde no faltará el que se enarbole como héroe y de muerte a otra persona con el pretexto de defender una bandera, aunque el motivo que esté detrás no sea el nacionalismo, sino la homofobia.
No olvidemos que en México ya se mata por cualquier cosa.

Facebook: Armando Rivas Lugo
Twitter: @Trinkt

  

Nota escrita por

Armando Rivas Lugo

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