El árbol de navidad, una tradición vigente a la fecha.

Ya se respira el ambiente de paz y armonía, ese ambiente que muchas veces nos recuerda momentos de felicidad en compañía de nuestra familia y seres queridos…
Por fin llegó el mes de diciembre, uno de los más esperados sobre todo para los niños que anhelan cada navidad la llegada de Santa Claus, ese personaje de la barba blanca con traje rojo y un enorme saco en el cual lleva guardado cientos de juguetes. Desde principios de mes la gente se dispone a desempolvar todos los accesorios necesarios para decorar la casa, llámese la corona de adviento, la cola de gato en colores verde, dorado y rojo, centros de mesa con esferas y los coloridos foquitos navideños con melodías alusivas a la fecha.
Uno de los elementos decorativos indispensable para la mayoría de la gente es el tradicional arbolito de navidad que nos hace sentir aún más cerca de la navidad.
Se cuenta que poner el árbol tiene sus orígenes en la antigua creencia germana de que un árbol gigantesco sostenía el mundo y que en sus ramas estaban sostenidas las estrellas, la luna y el sol, también era y es símbolo de la vida lo que explica la costumbre de colocar luces en los árboles, aunque esta historia varía en algunos países del mundo.
Pero, ¿que como se debe adornar el árbolito? En la punta debe ser colocada una estrella representativa a la de Belem representando la fe; las esferas simbolizan los dones de Dios a los hombres; los lazos la unión de la familia y los foquitos la luz de Cristo en las personas.
Si te has preguntado porqué tiene que ser de forma triangular, se cuenta que esta representa a la santísima trinidad.
Hoy en día esta tradición perdura; la colocación del árbol navideño ya sea natural o artificial es una actividad que genera la unión familiar.