"El alcohol y las drogas me destrozaron completamente"

Liborio comenzó a beber a la edad de los 13 años creyendo que “era una buena experiencia” y a partir de entonces ya no pudo parar, lo que siguió fue el consumo de pastillas psicotrópica

 Actualmente vive en el Centro Cottolengo Yucatán y nos comparte su testimonio:

"Toda mi juventud la pase tomando alcohol, en cantinas, de bar en bar, todo el dinero, el poco dinero que ganaba todo lo gastaba. Fui una persona que nunca pude tomar una cerveza, sino que al contrario, solo probaba una y hasta morir, terminar totalmente borracho. Poco a poco me fui dando cuenta que ya no podía con el alcohol y las pastillas, era una necesidad para mí eso era diario. 20 años estuve sumido en el alcohol  y las pastillas. Esto me destrozó física, mental y emocionalmente” indicó.

Liborio añade que a pesar de que pensó en suicidarse, no tuvo el valor para hacerlo y fue entonces que un amigo que le habló de Cottolengo y le explicó que en ese lugar podían ayudarle.  A pesar de que no creía en su posible rehabilitación acudió al Centro de Asistencia.

El residente nos explica el antes y el después de su estadía en Cottolengo:

“Me transformaba el alcohol, apenas probaba el alcohol comenzaba a envalentonarme, a ser un bebedor problema, buscaba con quien desquitar mi coraje y toda la ira que tenía. Ha sido un gran cambio porque ya puedo coordinar un poco porque recuerdo que cuando entré no coordinaba nada, hasta ahora me da un poco de trabajo articular palabras seguidas porque las pastillas combinadas con el alcohol me dañaron mi mente ya estaba perdido. Ahora siento una mejoría porque ya estoy cavilando que AA me está dando la pautas para salir adelante y las herramientas necesarias para combatir esta terrible enfermedad” comentó.

A siete meses de haber salido del infierno del alcohol y las drogas, Liborio asegura que si es posible rehabilitarse siempre y cuando se tenga el deseo de dejar las adicciones, de ahorrarse sufrimientos y de tener una vida tranquila.