Dos historias diferentes en el Miércoles Ciudadano

Con el objetivo de continuar con la política de diálogo abierto con los ciudadanos, este miércoles 9 de abril, se realizó el programa “Miércoles ciudadano” con una afluencia superior a las 250 personas.

Desde las 8 de la mañana, personas de diferentes colonias y comisarías se dieron cita  para participar en este programa que se realizó en su edición número 41 y en el que solicitaron obras de pavimentación y luminarias, entre otras obras, así como peticiones especiales de apoyos.

Notirasa entrevistó a Lucinda Pérez vecina de la Ermita de Santa Isabel y quien padece de discapacidad motriz, acompañada de su madre, Lucinda no esperó mucho para ser atendida por el primer edil Renán Barrera Concha a quien le solicitó pañales desechables para uso personal que le retiraron desde la administración anterior.

Durante la plática con el edil, Lucinda le pidió también otro apoyo, un crédito para su tienda “El Coquito” en la misma colonia y de inmediato fue atendida por personal de Desarrollo económico, que le explicó los pasos a seguir para la adquisición del crédito.

 “Bien por eso estoy solicitando el crédito para invertir más, me dijeron qie tengo que recaudar los papeles que me están solicitando para verlo directamente con ellos. Me dijeron que me autorizarían 10 mil pesos para pagarlo en  48 semanas y devolver 10,420 en 2 años” comentó.

Feliz, la joven señaló que luego de entregar sus papeles, en dos o tres semanas, tendría ese apoyo.

El caso de Miguel Osorio Cano es distinto, él también regresó feliz a su casa  con la respuesta del alcalde ya que recibirá ayuda económica, pero no todo fue alegría, ya que ese dinero y la despensa que al parecer también recibirá le servirá para paliar su enfermedad, cáncer en el estómago.

Vecino de Xoclán Santos,  señaló que ha dejado de trabajar y necesita del apoyo para poder ayudar en la casa y apoyar a uno de sus hijos que aún está en edad escolar.

No quiso dar más detalles tomó del brazo a su esposa y decidió cruzar la calle perdiéndose entre la gente que en ese momento esperaba ansiosa el sorteo del predial.