Casi pierde la vida por ir en camión

21 de agosto de 2017

Casi pierde la vida por ir en camión

Andrés Alejando Díaz Lara es un joven de 19 años de edad que pidió al conductor de un camión de la ruta Ibérica 66 que se detuviera para que este pudiera bajarse y  regresar a su casa. No obstante, al descender de la unidad, su mochila se quedó atorada en la puerta.

“Me estaba bajando en la calle 15 por 24 de Chuburná Hidalgo, Literalmente, tenía un pie en el suelo y el camión empezó a avanzar. Empezó avanzar el camión y me jaló y me arrastró como 35 metros. Como era más rápido que yo me quité la mochila de encima y se quedó ahí pegada en la puerta”

Andrés relató lo acontecido con absoluta tranquilidad. Afortunadamente, no sufrió ningún rasguño. Pero, en ese momento su vida pudo haber corrido peligro, debido a que en un momento de descuido, su cuerpo pudo haber terminado bajo las ruedas.

Luego del susto, el joven recibió la ayuda de una persona del rumbo, pudo alcanzar al camión y encarar al conductor

“Primero le pregunté lo de la mochila ya que me dijo que no estaba y lo que hice fue reclamarle, y él me dijo que no puede esperar que baje la gente, tuvimos una breve discusión y luego me fui”

Andrés no sólo tuvo una respuesta grosera y hasta inverosímil por parte del guiador, sino que en la mochila llevaba varios objetos de valor

“Adentro de la mochila llevaba un teléfono con su caja y cargador, otro teléfono que llevaba que ni siquiera lo había sacado de la caja”

El novel yucateco formuló una denuncia ante la Dirección de Transporte. En caso de comprobarse su testimonio, el conductor podría recibir una sanción. No obstante, Andrés también quisiera recuperar sus pertenencias…

“Se pudo haber caído en Francisco Montejo en la calle 42 ahí es donde baja más la gente y estoy seguro que alguien la pudo ver colgando y la agarró”

 Hoy es una historia de un susto que vivió una de tantas personas que día a día suben a los camiones. Y al recordar la respuesta del conductor que relató Andrés, en la que el chofer asegura que no frenó porque llevaba a personas adentro, pues también vale la pena recordar, que quienes se suben y bajan de los camiones, son personas que además pagan por un servicio, y todos merecen respeto.

 

 

Nota escrita por

Ronald Rojas

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Una historia más del Transporte Público en Mérida

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