Aurora, la víctima de Caucel, presentía su muerte
07 de julio de 2015
Cómo una mujer trabajadora, feliz y muy humilde recuerda Antonio de Jesús a su prima Aurora Edith Álvarez Poolkey, quien falleciera el lunes 29 de junio en un trágico accidente ocurrido en Ciudad Caucel, donde un automóvil embistió la moto en la que viajaban ella y su esposo.
Antonio, quién depende de su silla de ruedas, todos los días se instala desde tempranas horas en la calle 63, entre 64 y 62, para ganar unos centavos; recuerda que unos días antes de que su prima falleciera tuvo la oportunidad de platicar con ella.
“Vino acá y tomamos un chesco, me dio un abrazo y que yo me cuide, pero jamás seme pasó por la mente que ese iba a ser el abrazo del adiós; aunque yo siento que pues ella se sentía, no sé cómo calificarlo; lo que más me impactó fue lo que puso en el face, que ese día que falleció, en la mañana puso “Cómo quisiera salir corriendo para no volver nunca más” y en la noche sucedió eso” enfatizó.
Con sentimiento, recuerda las palabras que leyó en la red social de su prima, y se pregunta si Aurora presentía su muerte; solo menciona que esa fue la voluntad de Dios; añade que se siente imposibilitado, pues quiere hacer justicia para su prima y sus primos.
Con lágrimas en los ojos, Antonio de Jesús se remonta a su infancia y adolescencia, misma que compartió con Aurora Edith; relata cómo eran los días en la vivienda que compartían, donde habitaban ellos dos, su abuelita y el papá de Aurora; asegura que fue una de sus más grandes compañías de toda su vida, pues compartieron muchas aventuras juntos.
Antonio dice a Notirasa que él fue la persona más feliz del mundo, cuando se enteró que su prima venía a vivir a Mérida, pues así podría compartir más tiempo con ella; sin embargo, sigue sin explicarse, porqué una persona tan buena, como describe a la fallecida, tuvo que marcharse antes de tiempo.
“Ella es mi prima-hermana directa, viví mucho tiempo con ella en Ciudad del Carmen, nos llevábamos super; ella estudiaba computación, iba muy bien en la escuela; si peleábamos pero muy poco y vivíamos en la misma casa, jugabamos de todo tipo” recordó.
De igual forma, indica que ya tuvo oportunidad de ver a sus sobrinos, los hijos de su prima, luego del terrible fallecimiento; asegura que ya no son los mismos, pues esos pequeños alegres que siempre encontraba, se han vuelto unos niños tristes; el niño mayor, dice, es una persona muy servicial y atenta, sin embargo ahora luce distraído; sobre la niña, asegura necesitará atención médica pues estaba acostumbrada a pasar mucho tiempo con su madre y ahora tiene ese gran ausencia.
Finalmente, y siempre con gran dolor y enojo, pide a las autoridades que hagan su lo pertinente para que el fallecimiento de su prima no quede impune, pide apoyo para los dos menores de edad, pues dice, tienen derecho a terminar sus estudios y tratar de continuar con su vida.
Asegura que él hará hasta lo imposible por conseguir justicia para su prima y familia, pues para él, aunque ella ya no esté físicamente, siempre lo acompañará en mente y corazón.
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Su primo la recuerda con sentimiento y angustia; pide justicia.