Apps bancarias la nueva tendencia durante la pandemia

La Asociación de Bancos de México (ABM) reportó que las aplicaciones relacionadas con servicios y operaciones que ofrece la banca, reportan 25 millones de descargas, a esto se suma que 2.5 millones de personas que han instalado la plataforma de pagos digitales (CoDi); a través de sus dispositivos móviles.

La coach en finanzas Sandra Huerta, explicó que el confinamiento y cierre de negocios, ocasionados por la pandemia, aceleraron la adopción de las apps y adaptación del público a los sistemas que éstas ofrecen. De acuerdo al último estudio de la consultoría de marketing digital Liftoff, la penetración y, por tanto uso de las aplicaciones bancarias creció 35% durante el último año.

Y esta tendencia, apuntó, es sólo el principio de lo que veremos en las próximassemanas y meses: porque “justamente el confinamiento hizo que, al menos, cuatro de cada 10 operaciones se realicen a través de los servicios digitales”.

La especialista advirtió que, lamentablemente, junto al crecimiento de usuarios y operaciones bancarias a través de apps, también llegaron los intentos de fraudes; así como suplantación de identidad y bandas dedicadas a robar datos personales, claves bancarias y dinero. Aun cuando no hay un reporte oficial del número de engaños u operaciones fraudulentas que se han cometido durante la pandemia; la propia ABM reconoció que los ciberdelincuenteshan intensificado sus ataques contra los clientes de la banca

“La semana pasada, durante una videoconferencia con autoridades del gobierno de la Ciudad de México, el presidente de los banqueros, Luis Niño de Rivera, dijo que los defraudadores ‘están donde está el dinero; y en este momento el dinero está en las operaciones digitales’.

Es por ello, recalcó que es importante que todos los usuarios “se pongan las pilas”, para evitar riesgos o ser víctimas de engaño, aplicando medidas tan básicas como cambiar de contraseñas cada dos meses y no compartir información con nadie. Además, precisó que sólo utilicemos apps oficiales; y que no caigamos en la trampa de mensajes falsos o dudosos, que nos pidan actualizar datos, por correo electrónico o teléfono.