Apoyo al deporte.

El domingo pasado, el gobernador Rolando Zapata Bello entregó estímulos a medallistas yucatecos.
Invertir en nuestros deportistas, es invertirle a la esperanza. Tener deportistas que traigan medallas levanta el ánimo de todo un pueblo. Las figuras triunfadoras sirven de ejemplo a niños y jóvenes, aparte de fungir como válvula de escape a las frustraciones de adultos.
La esperanza es alimento de la fe. La esperanza ilumina nuestras mañanas y permite reconciliar el sueño por las noches. Sin esperanza, la frustración rápidamente carcome el alma y la depresión obscurece nuestra vida.
La rutina del deporte genera disciplina. La sana competencia estimula el coraje.
Disciplina y coraje fortalecen el carácter, al tiempo que los triunfos alegran a toda la comunidad. Por todo esto, invertir en el deporte y estimular a nuestros deportistas es una política pública plausible y deseada.