“Ahora se elige al ‘menos peor’…”

La semana pasada en este espacio -que les comparto ahora cada jueves-, abordé el tema de los personajes de la farándula nacional que han levantado la mano para algún cargo de elección popular, teniendo como conclusión que no dudo de la voluntad si no de la capacidad para llevar a cabo la gestión de una administración o plasmar su trabajo partiendo desde un marco jurídico constitucional para sus representados o Estados. 

Sin embargo la segunda pregunta que me ocupa en este mismo tema es ¿Por qué siempre aparecen estas personalidades apadrinados la mayoría por un partido político? La primera respuesta que tenemos muchos me atrevo anticipar es porque estos buscan un huesito para vivir mejor. 

Pero más allá del oportunismo que se pueda dar, es de interés saber ¿por qué llegan a la boleta?,  incluso hasta  ocupar cargos de importancia en el desarrollo de la nación. 

Para su servidor la  práctica de recurrir a la popularidad de estas personalidades se da porque la mala y desgastada imagen de la clase política hoy en día rebasa ya el hastío popular, al grado de ya no poder pedir  votos por una historia que pesa en las instituciones políticas para mal, y ante esta situación avalan candidaturas populares pero con los mismos partidos, es decir, solo es una imagen pero el trabajo es “más de lo mismo”. 

Es por eso que los que se dicen políticos de verdad ya no deben recurrir a discursos retóricos o demagógicos si no proponer soluciones reales y tangibles, cualitativas pero también cuantitativas, medibles con plazos para responder por lo prometido. 

En pocas palabras pues, trabajar para lo que están solicitando el aval del pueblo, poco a poco la crisis política ha eclipsado los institutos políticos y muchas veces por el mal trabajo de los mismos. 

Con cada ciclo que termina, las elecciones se centran más en personas que en partidos políticos pero a veces esto lleva a elegir no al mejor si no al menos peor.