¡A luchar por los intereses del pueblo!.. dicen

La lucha del poder por el poder mismo es cada día más común. Cínicos serían quienes salgan a las plazas públicas a partir del próximo viernes, fecha de inicio de las campañas electorales, a pedirnos nuestro voto “porque su deseo de servicio es tan grande que dejarán comodidades, familia y hacienda para luchar por los intereses del pueblo”.

Ese discurso está manido, ya nadie lo cree. Hasta fechas no muy lejanas los electores podíamos votar por los partidos políticos que quisiéramos pues su postura estaba bien definida de acuerdo con sus principios y doctrinas. De derecha o de izquierda, revolucionarios o retrógrados; comunistas, clericales, etc. cada quién se inclinaba del lado de su preferencia. Y los políticos actuaban en consecuencia.

Hoy unos y otros se han desdibujado. Morena, de supuesta izquierda, se alía al PES, oscurantista y de derecha; el PAN va de amores con el PRD y ambos se definían como el agua y el aceite, de fines y principios encontrados, de visiones diferentes y de rutas y meta encontradas.

Hoy es difícil saber dónde comienzan y dónde acaban esos partidos; son irreconocibles los candidatos que como trapecistas pasan de un columpio a otro con la única idea de alcanzar el poder sin importar ni cómo ni con quien, ni lo que tengan que hacer. Usted y yo hemos quedado atrás, lo que usted o yo pensemos no les interesa.

Si como aspirantes reniegan de sus ideales, de sus principios y condiciones con tal de lograr sus objetivos personales, usted cree que como autoridades le darán prevalencia a la honestidad, la rectitud y el interés común. Si salen al mercado como prostitutas a venderse al mejor postor y alcanzar sus fines personales, cree que mañana morirán por servirnos.

Sirva esto de ejemplo: Morena, como aspiradora, recoge que lo tenga enfrente y tiene entre sus figuras principales, a López Obrador, quien 18 años fue priista; a Manuel Bartlett, Esteban Moctezuma y Ricardo Monsreal, con 30, 18 y  20 años respectivamente de pertenecer al tricolor, y a Germán Martínez, Tatiana Clouthier y Manuel Espino provenientes del PAN, donde militaron 30 , 16 y 33 años, respectivamente.

En Yucatán el aspirante a la gubernatura Joaquín Díaz Mena militó primero el PRI, no le dieron una candidatura y se pasó al PAN, le negaron otra candidatura y se pasó a Morena; sus principales colaboradores son Sofía Castro Romero  y Santiago Alamilla quienes también militaron en el PAN, se cerraron las puertas y buscaron una candidatura independiente “porque los partidos ya no representan al pueblo”, y ahora se apuntan en Morena.

Dígame usted si ¿podrá representarnos alguien cuyo fin principal es el YO mayúsculo, si les da lo mismo la izquierda que la derecha, si en ellos prevalece la idea del poder por el poder mismo? Lo dejo en sus manos.