Las Rezanderas

13 de marzo de 2018

Las Rezanderas

Cuando niño, en mi familia se solía realizar algún sacrificio voluntario durante la cuaresma. De los que recuerdo están: no ir al cine, no escuchar música, no agregar picante a la comida, rezar el Rosario a diario...

Entre los restos del espejo se refleja el final de la escuela primaria en la que estudié, escuela jesuita que los padres decidieron cerrar porque la pobreza del país exigía un mayor compromiso de la iglesia con los pobres en lugar de con las cúpulas del poder.

En otra imagen, me aparece el padre Enrique Jean recordándonos que lo fundamental como católicos es fomentar la buena convivencia entre los ciudadanos.

Todos estos recuerdos vienen a mi memoria al enterarme que un grupo de personas, desde hace unos días se ponen a rezar frente a Servicios Humanitarios en Salud Sexual y Reproductiva, A.C. molestando a quienes acuden ahí para trabajar o para atenderse.

Quiero imaginar que estas personas, conocidas ya como las rezanderas, prometieron como sacrificio de cuaresma rezar durante 40 días ahí, en la calle, en la banqueta. También imagino, que si el sacerdote Enrique Jean, quien fue en aquellas épocas mi orientador espiritual, fuera el orientador espiritual de las rezanderas, seguro ya les habría indicado que hagan sus rezos en su hogar o al interior de alguna iglesia.

Amigas y amigos radioescuchas, permítanme compartirles otra historia, la hermana de mi mamá es monja de clausura, pertenece a las Madres de la Cruz. Mi tía, desde hace más de 60 años se encerró en un convento y reza todos los días, y también reza a media noche y por la madrugada, por los pecados de los sacerdotes. Ella me comenta que así decidió hacerlo porque son los pecados de los curas los que más entristecen a Jesús. Pero ella no va y se pone afuera de las iglesias a rezar, ni hostiga a quienes van y entran a las iglesias, ella lo hace encerrada en un convento, durmiendo sin colchón, en una cama de palo.

Tras esta reflexión, quiero terminar esta columna dirigiéndome a la Dra. Sandra Peniche para reconocer su trabajo y el apoyo que ha dado a tantas personas. Además, es importante decir que somos muchos los que pensamos como ella y precisar que la exposición de La Señora de la Vida, cumple con los objetivos inscritos en la carta de los derechos culturales del municipio de Mérida que firmé como presidente de la delegación de Radio y Televisión junto con el alcalde Mauricio Vila.

 

Nota escrita por

Bernardo Laris

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El Espejo Roto

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