La columna de... Wendy Aguayo

03 de diciembre de 2016

La columna de... Wendy Aguayo

En días pasados  la sociedad yucateca se conmovió por el fallecimiento de una pequeña de apenas año y medio de edad a quien le diagnosticaron Rickettsia y cuyo medicamento,  para contrarrestar la bacteria causante de este padecimiento, no había en existencia en ninguna parte del país; bueno, al menos esa fue la información que le dieron a los familiares en el Instituto Mexicano del Seguro Social.

En las redes sociales fueron muchos los que se solidarizaron compartiendo el nombre de la medicina: doxiciclina intravenosa, pidiendo ayuda para poder salvarle la vida a la pequeña paciente; lamentablemente  éste no pudo ser aplicado pues no se consiguió. Inmediatamente surgieron los comentarios de molesta, indignación y repudio hacia el sistema de salud, no solo de Yucatán sino en general de todo el país. Y nos hicimos varias preguntas: ¿Cómo es posible que no se contara con tal antibiótico en todo el territorio nacional? ¿Hubo falta de información hacia los familiares de la niña? ¿O se trató de un mal diagnóstico que cuando fue detectado ya era demasiado tarde?

Para empezar,  la enfermedad es poco conocida en nuestra entidad.  En un afán de informarme e informarle a usted sobre la Ricketssia platiqué con una estudiante del  quinto grado de la Facultad de Medicina de la UADY que junto con otros 3 compañeros realizaron una investigación sobre la Rickettsiosis en Mérida con el objetivo  de demostrar que está presente en un medio urbano y no sólo en  lugares de pobreza extrema, hacinamiento o zonas rurales, condiciones con las que generalmente se le relaciona.

Los jóvenes estudiantes levantaron un muestreo en el barrio de Santiago visitando 92 viviendas, el cual incluyó ratones, garrapatas y pulgas, el resultado de las pruebas arrojó que el 6% de los roedores, el 14% de las garrapatas el 12% de las pulgas dieron positivo a Rickettsia. Quisieron ampliar el estudio a toda la ciudad capital para tener un mejor sustento en su teoría pero sobre todo para que se contara con mayor información para la sociedad , y la comunidad médica se capacite para brindar un buen diagnóstico; sin embargo por falta de apoyo no pudieron concluirlo.

Esta enfermedad se transmite por la mordedura o picadura de piojos, pulgas y garrapatas infectados.  Los síntomas aparecen una semana después de la picadura del vector. Se presenta fiebre, vómito, náuseas, dolor de cabeza severo y salpullido.  Para el diagnóstico se realizan varias pruebas o análisis. Si no se atiende o mal diagnostica la infección puede agravarse y causar la muerte.

 

Por lo que podemos ver la Ricketssia es una enfermedad de las que están en el cajón, olvidada. Representa un desafío para la salud pública mexicana dado su carácter de enfermedad emergente a lo que se le suma la dificultad en el diagnóstico; de ahí la importancia de la capacitación del personal médico.  Es poco conocida y difundida, esto hace que sus síntomas se confundan con otras enfermedades.

Nota escrita por

Agencias

"Rickettssia la enfermedad olvidada"

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