Valladolid pierde un emblema cultural

03 de noviembre de 2014

Valladolid pierde un emblema cultural

La familia Poot May no supera la pérdida parcial de la casa tradicional maya que, además de ser un legado familiar, es un emblema cultural de Valladolid. El pasado viernes por la noche se quemó parte del techo.

La choza hecha con adobe y paja, bien conservada, se sitúa sobre la Calzada de los Frailes y es una postal que le ha dado la vuelta al mundo. Los turistas a su paso le toman fotografías para llevárselas de recuerdo.

La señora Epifanía May Dzul argumenta que alguien malintencionado le prendió fuego a la paja con un cigarro porque no hay indicios de que fuera un corto circuito.

En ese momento, dormía una de sus hijas quien despertó asustada al ver el conato de incendio e inmediatamente solicitó ayuda a sus vecinos para apaciguarlo en lo que llevaban los bomberos.

El alcalde Roger Alcocer García que pasaba por ahí, luego de un evento al que asistió, se unió para ayudar. Sin embargo, el fuego había consumido casi la mitad de la casa.

“Dice se está quemando, agarró y lo tiró allá (el agua), mientras el presidente está viendo que se apague, pero no hay nada, se enredó la manguera y no sale el agua, dice ¿dónde está el agua del baño? Vamos a buscarlo, pero no sale rápido el agua, Dios mío, cuando se fue él estaba manchado hasta su coche”, narró.

Candido Poot Poot, comenta que él no puede reparar la palapa porque este miércoles lo van a operar de un tumor. Dice que pueden aportar para la reconstrucción, pero necesitan las facilidades y permisos para trasladar las maderas y huano que servirían. Familia de su esposa, cuenta con el material.

“No, ya no va a servir eso (la palapa), vamos a poner otro nuevo, tenemos montes de nuestros familiares, les vamos a decir para ir por otro huano, eso sí, no sabemos que va a decir el presidente, (¿Ese día no les dijo nada?) No, nos dijo nada, hasta ahora no lo vemos, si no viene esta semana lo vamos a ver, estamos esperando a que venga a verlo”, dijeron.

Aunque el alcalde no les ofreció ningún tipo de ayuda, doña Epifanía no duda de ello, porque sería una lástima que se perdiera la casa tradicional maya que han conservado, y se han convertido es un atractivo turístico.

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